LA CLASIFICACIÓN DE NIZZA
Los productos y servicios de una marca definen su ámbito de protección, por lo que, para presentar una solicitud de registro o, por ejemplo, realizar una búsqueda del estado de la técnica, es necesario conocer con precisión qué productos y servicios están/estarán protegidos por la marca en cuestión, basándose en la Clasificación de Niza que será objeto de la solicitud y definirá su ámbito de protección.
Los países miembros del Arreglo de Niza están obligados, para los registros de marcas, a aplicar la Clasificación de Niza y a indicar en sus documentos de registro y publicaciones oficiales el número de clases y/o las subclases precisas de la clasificación a la que pertenecen los productos y servicios para los que se registran las marcas.
Se especifica que la lista de productos y servicios cubiertos por la solicitud de marca no puede ampliarse, sino limitarse.
Además de la Clasificación de Niza, existen otras clasificaciones utilizadas con fines específicos o en zonas geográficas concretas, como la Clasificación de Viena, utilizada para clasificar las marcas figurativas, es decir, las marcas compuestas principalmente por elementos gráficos, como imágenes, diseños o símbolos. Esta clasificación clasifica las marcas en función de elementos gráficos específicos, como líneas, puntos, formas, colores, sombras, etc.